El aire despeina
a la muruña
castaña de mi cabello,
camino hacia la caffe:
tengo hambre,
y soy muy comelona,
camino con la mirada
agachada, ya que el sol
me molesta en gran manera,
la torpeza una vez más se manifiesta
y choco con la espalda de un chico,
éste se voltea, me quedo boquiabierta,
vaya chico..alto, casi tan pálido como yo
y con ojos dorados, me sonríe amablemente
y me pregunta si estoy bien. Atolondradamente
muevo mi cabeza, para que él no notara el
ligero rubor que produjo en mis mejillas,
pido disculpa, y sigo caminando, a lo lejos
siento una mirada, ¿podrá ser del chico
de caramelo? volteo y con una seña
tipo saludo de capitán sonríe.
Me hace imaginar muchas cosas
y me poner a pensar otras más.
Este ha sido el primer encuentro de una historia que no acaba.
lunes, 4 de octubre de 2010
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O.o
ResponderEliminarawwww... snif snif...
Su.
me parece tierno jejeje
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